lunes, 9 de noviembre de 2009

La noche del Jaguar (o el jaguar se quedo con hambre)

Pues casi para finalizar nuestro viaje corrimos una aventura que nos hará recordar este viaje siempre, afortunadamente con un desenlace feliz.
Despues de comer en el área de Chichén Itzá, decidimos regresar a Cancún, estaba atardeciendo y todo el mundo nos recomendó la carretera de cuota, pues solo eran dos horas de camino y estaríamos llegando a Cancún aprox. a las 8 PM, asi que despues de comer emprendimos el viaje por la carretera llegamos a la caseta de cobro, pagamos y adelante. Como he comentado en otros post, las carreteras federales son muy buenas, anchas y planas, bien señaladas y sin baches, pero Irasema y yo habíamos comentado que hacia falta iluminación pues al anochecer son una verdadera boca de lobo y ademas poco transitadas, aunque ocasionalmente se ven por el bordo de la carretera personas caminando o en bicicleta. ¿cómo le hacen para ver?, lo ignoro, pues es tan obscuro que si apagan completamente las luces del auto y se ponen la mano frente a sus ojos, no es posible verla, ademas la mayoría de las carreteras van a través de la selva, como ya se ha visto en las fotos.
Vi que me quedaba un cuarto de tanque de gasolina y pensé poner mas adelante. Habíamos recorrido aprox una hora cuando vimos la señal de gasolinera mas adelante, llegamos a una "isla de servicio", la única que esta entre ambas casetas de cobro, hicimos la parada técnica, llenamos el tanque y pedí la factura, reemprendimos el viaje y habiamos recorrido aprox. media hora cuando escuchamos un fuerte ruido y el automovil empezó a balancearse un poco, de inmediato me orille y vimos que la llanta trasera del lado derecho (copiloto) se había reventado, practicamente haciéndose pedazos, pues las llantas de nuestro Seat Córdoba eran de perfil bajo (ring grande con llanta delgada), como quedaba poca luz (casi nada de hecho) saque las maletas de la cajuela y la llanta de refacción con el gato y la cruzeta, ademas del triángulo luminoso que se utiliza para señalar en la carretera; colocamos el triángulo y me congratulé de haber traido mi navaja suiza (que no se enteren en el aeropuerto) y de inmediato corté las amarras de plástico con las que estaba agarrada la tapadera de la llanta, apenas estaba haciendo esto mientra Irasema me alumbraba con la luz de los celulares cuando en la selva que iniciaba a escasos 30 cms detrás de nosotros se vió un movimiento entre los matorrales y se escucho un gruñido en tono bajo que nos dejo la sangre congelada - grrrrrrr- de inmediato nos metimos al carro dejando maletas en el acotamiento y cajuela abierta, no podiamos ni hablar del susto. Dejamos pasar unos minutos y navaja en mano sali del auto y rapidamente meti las maletas al asiento trasero y cerré la cajuela, ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos? Ahhh!! Ya sé, tome la factura de la gasolinera y hable al telefono que tenía, alguien me contesto y le platiqué la situación, nos dió el telefono de la policia . Mientra Irasema se comunicaba me acordé que estábamos en la autopista de paga, asi que tome el recibo de la caseta y atrás había unos teléfonos, llamé al primero y me contestaron de la oficina de la compañia encargada de la carretera, les expliqué el problema y me dijeron que enviarían al auxilio vial, pues como la carretera era de cuota, era una prestación obligatoria. Le indicamos que habíamos puesto gasolina en la estación de servicio y a partir de ahí habiamos avanzado 51.2 km, según la factura, la dirección de la estación de servicio era km 200.800, asi que necesariamente deberiamos estar en el km 251 de la carretera Mérida-Cancún y así lo indicamos.
Pues parece que les hablamos en chino, pues no podian localizarnos!!!! Cabe decir que la carretera es completamente recta y entre ambas casetas (y en todo el trayecto de la carretera) la Isla de Servicio (que tiene restaurant, gasolinera, baños, etc y es bastante grande al menos del tamaño de una cuadra grande) es la única estructura que hay. Imposible de perderse.
Mientras tanto teniamos el motor del auto encendido, las luces de emergencia en flash, los fanales en posición de luces altas y estabamos dentro del auto con las luces interiores encendidas, lo cual hacía que el auto se fuera cubriendo de todo tipo de insectos, no podiamos abrir las ventanas o el quemacoco.
Ocasionalmente pasaban otros autos o camiones pero nunca se detuvo ninguno.
Cada 15 minutos llamabamos y explicabamos la situación, les repetíamos el sitio exacto donde estábamos y cuando nos decián que no nos habían encontrado la verdad nos daban ganas de llorar, pues estabamos bien visibles con todas la luces encendidas y ademas el triángulo señalizador como 15 metros detras de nosotros, cada vez que alguien pasaba pisaba las luces del freno y le hacia cambio de luces. Pero nada, nadie se detenía ni siquiera a ver que pasaba.
Nosotros seguiamos hablando a los telefonos de auxilio vial y de la Policia y cada llamada era explicar el problema y la posición. Llanta destruida, imposiblidad de cambiar la llanta por falta de luz, probable fiera en la selva circunvecina, nadie se detenía a ayudar, nuevamente explicar que estamos a 51.2 km de la Isla de servicio en la carretera Mérida-Cancún (en rumbo a Cancún) y nada. Así pasaron 2 hrs, Irasema cada vez mas asustada y pues yo disimulando bastante bien. ¿Que mas podiamos hacer?, ya se les había avisado a las personas pertinentes, pero no llegaban.
Finalmente en el espejo retrovisor vi los códigos amarillos y una camioneta se estacionó detrás de nosotros, bajo un señor que se identificó muy amablemente como Fernando Ramirez y era el de auxilio vial, nos comentó que era su noche de descanso, pero que estaba escuchando todo el enredijo en su radio donde los policias comentaban que no nos encontraban en la zona que les habiamos dicho, y le dijo a su esposa, "Esto no esta bien, no es posible que no encuentren a estas personas, voy a salir a buscarlos" y el fue quién nos encontro.
Alumbrados con los potentes faros de su camioneta, saco la herramienta y en menos de 5 minutos cambio la llanta, ya estaba por terminar cuando llegaron dos patrulla de la policia que estaban, según sus propias palabras, "peinando la zona para ver si nos encontraban", yo pensé Que bárbaros, la carretera es recta, sin iluminación, practicamente sin salidas, nosotros teniamos la referencia de la gasolinera y la cantidad exacta de km recorridos. Estábamos con todas las luces encendidas y haciendo señales a cuanto auto pasaba a nuestro lado y despues nos dimos cuenta que estabamos a escasos 10 km ( 5-7 minutos a 110 km por hora que es la velocidad maxima permitida) de la caseta de cobro, pero nadie aviso que estabamos ahí.
Bravo por el Sr. Fernando Ramirez que fue mas allá de su deber y nos libro de pasar una noche dentro del vehículo en medio de selva con una pobable fiera merodeando.
Una vez llenados unos formularios de atención reemprendimos el camino, pastoreados por don Fernando Ramirez hasta la caseta de cobro donde accionando su claxón se despidio de nosotros.
Llegamos a Cancún a las 10 PM y entramos por una avenida que no conociamos, de repente a nuestra derecha aparece un hotel City Express y llegamos para tomar una habitacion y reponernos de la aventura corrida.
Conclusiones:
  1. No manejar de noche (salimos tarde y planeamos llegar al anochecer), pero nos gano la noche cuando tuvimos el incidente
  2. Cuando renten auto, revisen que traiga todos lo necesario para salir de una contingencia mecánica. El auto estaba impecable mecanicamente, el problema aqui fue la luz. Normalmente una ponchadura de llanta no es problema mayor, aqui fueron las circunstancias externas.
  3. Lleven/compren una linterna, puede ser necesaria en cualquier momento
  4. Traten de estar comunicados siempre. Bendito Telcel, no me vuelvo a quejar, gracias a su excelente cobertura siempre estuvimos comunicados sin problema. Lleven siempre cargador del auto o verifiquen que su celular este bien cargado antes de tomar a carretera, ahhh! con saldo suficiente para hacer llamadas.
  5. Si es posible que alguién sepa siempre de donde a donde van y a que hora salen y a que hora planean llegar, así como la ruta que van a tomar. A veces esto no es posible cuando uno esta de viaje.
  6. Conserven la calma y no pierdan la cabeza.
  7. Consigan y lleven una navaja suiza (póngala en la maleta que van a documentar para que no se las hagan pesada en el aeropuerto?
  8. Traten de no manejar de noche. Nosotros siempre tratamos de observar esta regla, pero a veces o no es posible o se nos hace fácil. Si la rompen traten de cumplir con los puntos 3, 4 y 5
Ya me voy a dormr, pues estoy "muerto". Pobre de mi Irasema, se asustó muchísimo, pero ya estamos sanos y salvos. Les dejo estas fotos de como quedo la llanta, durante el incidente no tomé fotos ( A decir verdad ni siquiera me acorde de las cámaras)
Ahhh!!! por cierto, El Jaguar se quedó con hambre




Aqui el videoclip no nos deja mentir....(para los incrédulos)

4 comentarios:

  1. Uy Cuñado, ya lei la super-aventura que tuvieron, realmente si estaba de cuidado la situacion en la que se encontraban <8sobretodo a esas horas).

    Por lo pronto yo ya estoy tomando nota de tus sugerencias de viaje, (cosa que nunca hacemos cuando salimos) ya que siempre pensamos que nada nos puede suceder y miucho menos cuando andamos de turistas.

    Como tu mencionaste, afortunadamente llevabas esa navaja suiza la que de una u otra forma los pudo haber salvado de cualquier situacion.

    Se salvaron de haber sido sido postre yucateco para el jaguar jajaja.... perdon,mejor dicho taco Tijuanense jajaja!!... Imaginense, lo hubieran dejado cebado... jajaja yaaaaaaaaa no me hagan hablar mas!!!

    Ya se, ahorita me estoy riendo e imagino igual ustedes ahora que ya estan tranquilos y con los pies ya puestos en el aeropuerto me imagino que pensaron todo lo que pudo haber sucedido si nadie hubiera ido por ustedes...

    Como atinadamente mencionas en tu relato Cuñado, gracias al Sr.Fernando Ramirez que fue mas alla de su deber y fue por ustedes, es que ahora ustedes estan aqui sin ningun otro contratiempo mas, puntuales en el aeropuerto...

    Los esperamos cuñado, ya los extrañamos y estamos al pendiente de ustedes...

    Cuidense mucho y que tengan un excelente viaje de regreso a casa.

    Abrazos fuertes!!
    Silviana

    Pd.- brother-sister (dijera la maye) jajajaja ya se te extrañaaaa. un beso Hermana. TQM

    ResponderEliminar
  2. Y ya se acabo el cuento?

    Buuuuuu!... La verdad me gustaba llegar a la casa y sentarme y leerlos con toda tranquilidad. Me diverti mucho y disfrutaba de su viaje y su relato a traves de el.

    Me da gusto tenerlos en casa.
    Un abrazo y un beso.
    Silviana.

    ResponderEliminar
  3. ¡Vaya aventura que se llevaron! Aunque el susto fue mayor. No creo que el jaguar se hubiera animado a atacar pues ustedes son más grandes que él y además el ruido de los autos, aunque pocos, lo hubieran espantado. Sin embargo ¿Para qué arriesgarse no?
    Como bien lo dicen, ¿qué son los viajes sin este tipo de eventos? Gracias a ellos las cosas simples se vuelven inolvidables. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Piltontli:

    La verdad nunca supimos si fue un jaguar o un tigrillo, pero en la noche, en cuclillas, agachado y de espaldas a la selva, pues mejor ni probar, para que le buscamos tres pies al gato o mejor dicho al jaguar. Ademas nosotros solo conocemos la selva de asfalto (la ciudad). Gracias a esta experiencia ahora no me pierdo los programas de Survivor en el Discovery Channel (aunque dudo que algún día podré sacar agua de un mojón de vaca)
    Saludos desde Tijuana

    ResponderEliminar

Hola!... deja tu comentario.
Usa la opción de Anónimo o mejor tu Nickname o tu nombre.

ir arriba